desconcertado y
perplejo,
cómo pasa un
bogavante,
caminando hacia
delante.
Piensa: “El asunto
es sencillo:
a este le falta un
tornillo.
¡Qué animal tan
sorprendente!
¡No es normal andar
de frente!”.
El bogavante,
asombrado,
ve al cangrejo
andar de lado
y comprende en un
instante
“Nunca vi mayor
rareza.
Ha perdido la
cabeza
─le dice a su amigo
el choco─.
¡El mundo se ha
vuelto loco!”.
Un día de mar en
calma
se hacen amigos del
alma
y descubren,
sonrientes,
que es genial ser
diferentes.
Carmen Gil
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada